Saint-James es la marca más antigua de ron martiniqués todavía en actividad.
Fundada en Saint-Pierre en 1765 por el padre Lefébure,la fábrica de ron empezó a implantarse en Sainte-Marie hacia 1860 antes de repratiar sus herramientas de producción tras la erupción de Montagne Pelée (Montaña Pelada) en 1902.
El gusto de Ambre cubre la lengua de un gusto de frutas fuertes, oscuras con las insinuaciones de roble. Los golpes quemarás el paladar trasero, sensible pero no desagradable, y el fin es muy largo y lento. Más gustos y olores golpean la boca después del trago.
Este ron no es muy dulce en absoluto, aunque esto sea el olor implica que será. Esto es con decencia el complejo con unos olores y gustos que vienen el camino. No exactamente un ron que bebe a sorbos en mi opinión, pero yo apostaría aquella un poco de agua haría un mundo de bien para este ron. El sabor está bien - mejor si uno gustan gustos valientes ya que esto no es un ron sutil. Hay sin duda que los fabricantes tuvieron cuidado haciendo este ron, y la calidad está claramente allí.
Esto es un ron fuerte, en esto es alchol y el más definitivamente en esto es sabores. Esto me recuerda de un coñac de modos - en realidad más bien armagnac más simple, menos sofisticado - con esto es el acercamiento de saber y oler.
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