El Gin and Tonic, es una de las mejores bebidas con las que el ser humano puede convivir y deleitarse.
Nació a principios del siglo XIX en la India, cuando soldados hindúes y ingleses del ejército de su graciosa Majestad, mezclaron la quinina, ya que ésta combatía eficazmente la malaria, con azúcar, limón y agua. La quinina la obtenían de la corteza del denominado árbol de la fiebre, moliendo dicha corteza. Más tarde sustituyeron el agua por soda y después añadieron la ginebra destilada in situ, (muy lejos de la calidad de la elaborada en la metrópolis).
Esta combinación tuvo tanto éxito, que los ingleses se la llevaron importada de vuelta a casa y la convirtieron en su bebida nacional.
Había nacido el Gin and Tonic, un trago largo digestivo, ligero y lleno de vida. Había nacido un icono.
Un Gin and Tonic bien hecho es una de las mejores combinaciones con la que podemos deleitarnos en un bar. Un Gin and Tonic mal hecho se convierte en una bebida vulgar, alcoholizada e imbebible. Para que ésto no suceda, tendremos que utilizar lo primero una buena tónica y lo más fundamental una buena ginebra, os recomiendo como podeís ver en el interior del blog ( ver ginebra), la marca Tanqueray, o Bombay Sapphire, una buena rodaja de limón y siempre como todos los combinados de éste tipo, remover con una cucharilla larga el combinado, para poder fusionar todos los aromas y sabores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario