El brandy, como toda bebida noble, fruto de un proceso de elaboración muy cuidado que persigue crear una gran riqueza de aromas sutiles, debe consumirse adecuadamente si se quiere gozar de la plenitud de su inconfundible bouquet.
Existen algunas nefastas costumbres, que enseñan a los aprendices, como fue mi caso en su momento, que suponen un serio handicap a la hora de la degustación de un brandy, la más conocida y arraigada, es la funesta costumbre de calentar la copa de brandy, yo normalmente lo hacía directamente, puesto que era lo que me habían enseñado, hechaba en la copa directamente el agua que sale del grifo de la cafetera, el cual se utiliza para servir las infusiones, dejaba unos segundos que la copa se calentara bien, y después, retiraba el agua de la copa, normalmente delante del cliente, y procedía a servirle el brandy. Según los grandes entendidos de la materia, ésta práctica es muy incorrecta, porque entre otras cosas agotamos los aromas originales, por su calentamiento tan súbito y en todo caso se puede utilizar para aliviar un fuerte resfriado.
Esta práctica, es posible que proceda de la costumbre de consumir grandes cantidades de coñac, durante nuestra guerra civil. El frío de las trincheras, con temperaturas bajo cero, y los ateridos dedos de los pobres soldados puede explicar, aunque no justificar, esa práctica pero no su consagración posterior como forma entendida de beber brandy.
Claro que las aberraciones, no son solo españolas, ni producto de las trágicas circunstancias ya referidas. Ya en tiempos del gran Talleyrand,político y diplomático francés, el cual procedía de una familia aristocrática, que le destinó a la carrera eclesiástica sin que tuviera vocación para ello, (vivió siempre como un sibarita, libertino y carente de escrúpulos),ascendió en la jerarquía impulsado por su origen nobiliario, en 1780, era agente general del clero, y en 1789 obispo de Autun, se dedicó a la diplomacia, en la que demostró su gran habilidad y capacidad de supervivencia, bajo diferentes regimenes políticos.
Una anécdota refleja muy graficamente la situación. Durante el Congreso de Viena, mientras se decidía el destino de Europa, Talleyrand, siempre provisto de buenas reservas de coñac, le explicó al embajador ruso la forma correcta de beberlo con las siguientes palabras:
-Se toma la copa en el hueco de la mano, calentadla así; despues imprimirle un suave movimiento circular, voluptuoso, para que el líquido se desprenda amablemente de sus fragancias más íntimas; inclinaos entonces hacia la copa, aspirando sus maravillosos perfumes.
-¿Y después monseñor? preguntó el embajador.
-Después excelencia, se vuelve a poner la copa en la mesa y se habla bellamente sobre el coñac – respondió altivamente el francés.
Este ritual, practicado escrupulosamente por los entendidos, sigue siendo la forma de correcta de beber un brandy. La copa, para tal función, deberá ser de tipo ballón, es decir panzuda, con la boca estrecha a fin de que el calor tibio de la mano permita la concentración de los aromas en la boca de la copa.
Debe ser la nariz quien primero goce del aguardiente. Por lo mismo, el cristal de la copa será lo más fino posible, y plenamente transparente, ya que la riqueza cromática del brandy es otro de los goces sensuales aportados.
Luego debe consumirse en pequeños sorbos ya que el brandy tiene una gran persistencia de sabor, ¡treinta segundos gloriosos!, que necesitan desenvolverse plenamente en el paladar.
Y puro, sin esa inútil y desgraciada adición de agua caliente, aunque solo queden pequeños residuos de ésta, ni hielo, o el popular terrón de azúcar, el canard de los franceses, que añade dulzor innecesario y enmascarador a una bebida esencialmente seca.
2 comentarios:
Gracies,acabo de matar al cardenal mendoza habiendo calentao la copa antes....
dsalu2
Muy buena su explicación; pero, en una oportunidad estando en el aeropuerto de Londres vi un instrumento que era específicamente para calentar el cognac o brandy donde la copa iva montada inclinada y debajo tenia un tipo mechero bien sutil para hacer este proceso. Lo a visto usted? siento no haberlo comprado en esa oportunidad ya que disfruto mucha esta bebida después de las comidas pero prefiero el brandy a el cognac.
Gracias
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