La variante norteamericana del calvados, se elabora desde hace mucho tiempo en E.E.U.U., bajo el nombre de Applejack.
Fueron logicamente los colonos bretones y normandos los primeros en iniciar en Norteamérica su elaboración.
Para ello siguieron dos técnicas distintas, que en cierta medida aún persisten. En las zonas más septentrionales, cerca de la frontera con Cánada, donde la temperatura en invierno alcanza hasta –20º, se aprovechaban los diferentes puntos de congelación del agua 0º y del alcohol, -120º, para hacer una especie de destilación en frío.
Se partía de una sidra sobrefermentada, de mayor grado. Luego se la dejaba a la intemperie en unos recipientes de madera hasta que se congelaba el agua, formando una costra de hielo, debajo del cual se encontraba en estado líquido el alcohol.
Se trataba de un aguardiente primitivo, fuerte, basto y con un acusado aroma de manzana.
Este applejack se sigue elaborando en ciertas zonas rurales aisladas; una reliquia que los gastrónomos buscan afanosamente.
En zonas más calidas, la obtención del aguardiente de sidra por los colonos franceses se realizaba a la usanza del calvados, aprovechando muchas veces el alambique de los destiladores de whiskey.
Este applejack se acostumbra a envejecer en barricas de roble, entre un año y cinco, y alcanza una buena cotización en el mercado.
Son en resumidas cuentas, los hijos naturales del calvados legítimo, con sus mismas características, sólo que en E.E.U.U., se utiliza preferentemente, en combinados, como bebida larga.
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