Lo más probable es que el whisky pasara a Escocia desde Irlanda, siendo elaborado al principio en la parte oeste del país, pasando después por las montañas centrales o Central Highlands, para llegar a ser más tarde el producto característico de la comarca situada entre las montañas de Carn y Gorm y el Moray Firth.
Es un hecho comprobado que una bebida espirituosa realizada con mosto de cebada fermentada ha sido elaborada desde hace bastantes siglos en los Highlands o tierras altas, donde la naturaleza continua proporcionando los ingredientes necesarios para su transformación gracias a la cebada cultivada en el país para ser malteada, aire puro de las montañas, agua incontaminada de los arroyos de las colinas, la abundante y oscura turba de los páramos y según la opinión de algunos expertos, las rocas graníticas de donde manan las aguas.
El mejor whisky de malta es el que se elabora en la zona limitada al oeste por el río Ness y al este por el río Deveron, región donde la naturaleza se ha mostrado pródiga en sus dones. El terreno, frío e inclemente en invierno, pero grato a la vista en verano, desciende gradualmente desde las cimas graníticas de las Blue Mountains, pasando por los páramos de turba y brezo hasta las feraces tierras de labor próximas al Moray Firth, en las que se cultiva la cebada.Sus habitantes han conservado hasta nuestros días las tradicionales y características innatas de las tierras Altas.
El whisky de malta formaba parte integrante de la vida escocesa y entraba en todos sus rituales. Era la única bebida que se consumía en las bodas y la que se ofrecía a los visitantes al abrirles la puerta. Aún más, era la bebida de rigor en todo funeral, tanto entre las clases acomodadas como en las más pobres. Un gran señor consideraba vergonzoso que sus huéspedes no fueran conducidos personalmente hasta la cama,al celebrar el funeral de su propia madre: un labrador de escasa hacienda empeñaba todo cuanto podía con tal de que los visitantes se marchasen completamente satisfechos. En algunas ocasiones, la celebración empezaba antes del entierro, y hace tan sólo unos cien años, que en un pueblecito de los Highlands duró el velatorio, o más bien la fiesta, por espacio de 3 días , hasta que, por razones olfatorias, los presentes en el duelo se vieron obligados a sacar el cadáver.
Los escoceses de las tierras altas siempre bebieron su whisky de malta sin rebajarlo con agua. Hoy día, el whisky de malta puro es difícil de obtener, para aquellos que aún pueden procurarselo es previsible beberselo con un poco de agua, pero es preferible tomar el agua después del whisky. Según creencia escocesa, la soda debe considerarse como algo abominable que degrada el cuerpo y el espíritu.
Por último diremos que si introducimos agua de las tierras altas en la gaita de un escocés y vertemos una cierta cantidad de cebada malteada, es muy posible que con el esfuerzo del gaitero se consiga un mediano whisky escocés.
También en las tierras bajas Lowlands, empezó a elaborarse el whisky hace bastante siglos, pero el producto obtenido no ha llamado jamás a alcanzar la excelente calidad del whisky característico de las tierras altas.Dejando aparte a Irlanda, la elaboración y el consumo del whisky estuvieron limitados casi exclusivamente a los Highlands hasta la segunda mitad del siglo XVIII, en que las destilerías de malta de los Lowlands, intensificaron su producción, debido al rápido incremento de la población en ésta región de Escocia.
Las destilerías de las tierras altas eran pequeñas y la producción se destinaba en su mayor parte al consumo local, que era bastante elevado, ya que el whisky era bebido diariamente por los nativos de los Highlands. Estaba siempre presente en la mesa a la hora del desayuno, siendo consumido por todos los miembros de la familia y ofrecido con insistencia a todos los visitantes.Un recaudador de impuestós, Mr. Aneas McDonald, escribió un articulo en 1736 sobre las costumbres de los escoceses de las tierras altas:"La robusta complexión,agilidad y fuerza de ésta raza no se debe al agua de sus montañas, sino al aqua vitae, que es bebida y alimento al mismo tiempo".
El whisky fue empleado, posiblemente por primera vez, con una finalidad de carácter sagrado, en el atroz campo de batalla de Culloden, cuando John Maitland, presbítero de la iglesia episcopal de Escocia, administró la sagrada eucaristía a lord Strarhallan, mortalmente herido,utilizando una porción de torta de harina de avena y whisky, ya que el pan y el vino requeridos no eran asequibles.
La batalla de Culloden, marca la fecha más importante en la historia del whisky, ya que abrió la ruta hacia el sur al whisky producido en las tieras altas. En lo sucesivo el whisky dejaría de ser el vino de los pobres, como lo calificó Burns, para convertirse en un producto elaborado en gran escala.
Los escoceses de las tierras altas hicieron caso omiso del impuesto de los peniques por galón de whisky, que fué dewterminado en 1660, aunque la batalla de Culloden originó una invasión de recaudadores de impuestos, los habitantes de los Highlands continuaron sin hacer el menor caso a los esfuerzos del Gobierno para controlar su bebida nacional. Desafiando la ley, emprendieron el contrabando del producto, que alcanzó un rápido auge debido a la demanda por parte de Inglaterra, cuyo gobierno impuso un derecho de importación de 9 chelines y 6 peniques por galón. La destilación ilegal alcanzó enormes proporciones y el gobierno no consiguió suprimirla. La destilación en alambique de menos de 500 galones fue prohibida en los Highlands en 1814. En 1823 tuvieron lugar innumerables denuncias por destilación ilegal, ya que más de la mitad del whisky consumido en aquellos años procedía de destilerías ilegales. El lucro no era el único motivo. Los highlanders, amargados por la derrota, estaban determinados no solamente a defender sus derechos, sino también a impedir que el gobierno inglés suprimiera los últimos vestigios de la cultura gaélica.
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