Si se habla de vinos zamoranos, destacan cuatro grandes nombres.
En primer lugar, el río Duero, es la seña de identidad de los vinos del conjunto de pueblos que forman la jurisdicción de Toro.Suelos muy ligeros que aprovechan la escasa pluviosidad y un gran número de horas de sol.
La DO Toro, integra producciones no muy abundantes (20 millones de kilos de uva por temporada), el 90% de la cual es tinta de Toro.
Por otra parte los valles y terrazas del rio Duero, fronterizo ya con Portugal, acogen una histórica zona vitinícola que comprende 44 municipios de Zamora y Salamanca. El consejo regulador de denominación de origen de Arribes posee 1260 hectáreas donde trabajan 750 viticultores.
La DO del vino de Zamora se da en un clima continental extremo y árido con inviernos muy fríos y veranos secos y calurosos, donde las precipitaciones son escasas y la altitud media es de 750 metros.
Finalmente, Valles de Benavente es una zona vitícola de gran tradición situada en el noroeste de la provincia. La asociación lleva a cabo un arduo trabajo para que se conozcan sus caldos, que llevan como estandarte otra variedad exclusiva de ésta zona: la prieto picudo.
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