Una persona de unos 70 kilos de peso necesita cerca de una hora para eliminar media copa de aguardiente de 2 a 2,5 centilitros, un vaso de vino tinto o una botella de cerveza. El efecto embriagador es mayor cuanto más concentrada es una bebida.
El alcohol es un tóxico que se asimila rápidamente. Desde el estómago pasa a la sangre, que lo transporta entre otros órganos, al cerebro, donde paraliza diversos centros.
Al actuar sobre los mecanismos inhibinidores de estos centros, puede causar al principio una pasajera sensación de bienestar.
Generalmente 1,4 de gramo de alcohol por kilo de peso corporal (0,25 por 1000), influye ya en las funciones fisiológicas más sensibles.
De 1 a 2 gramos ( 1 a 2 por mil) es suficiente en muchos casos para producir la embriaguez.
Un alcohol está formado por carbono, hidrógeno y oxígeno.
Resusta de sustituir en un hidrocarburo, por lo menos un átomo de hidrógeno por un grupo hidroxilo.
Algunos alcoholes se representan por su estructura molecular.
El más sencillo es el metanol ( H-CH2 OH).
El etanol (CH3-CH2 OH) forma parte de todas las bebidas alcohólicas.
El glicol y la glicerina o glicerol contienen varios grupos hidroxilos.
Las propiedades de un alcohol dependen de su composición molecular.
No hay comentarios:
Publicar un comentario