Por cada botella de ron que se exhibe en una barra de bar,hay tres de ginebra aproximadamente de media.
Pero destacan más las de ginebra por el estilismo de sus frascos.
La inmensa mayoría de ellas no estaban aquí hace 10 años,pero tampoco el amante de esta bebida es el mismo,aunque evidentemente hay excepciones, ya que el consumidor de gin-tonic habitual,puede llevar tranquilamente 40 años consumiéndolo.
Hay personas que saben que Monkey 47,Caorunn,Fifty Pounds,White Neill, o Bulldog son nombres del mejor destilado transparente que un día inventaron los holandeses y del cual los ingleses practicamente se apropiaron.
Actualmente existe lo que podemos llamar “la fiebre de la ginebra”,que hace tanto furor, que ya se considera a España como el primer país consumidor de este producto por habitante.
El boom, se ha producido en nuestro país,y no en otro,siempre hemos bebido,y de todo,pero ahora la gente joven, que además viaja por todo el mundo, quiere experimentar.
Además organolépticamente,los finales de las nuevas ginebras son menos amargos,lo que las convierte en más comerciales.
Hoy, aunque la ginebra debe elaborarse con enebro por ley,se multiplican los sabores antes dormidos,bajo el enflujo de aromas botánicos varios.
Al consumidor habitual por ejemplo de gin-tonic, ya no le sacia el típico “vulgaris comunis” con su rodaja de limón,le agrada combinarlo con ingredientes como frutas naturales,hierbas,especias y bayas.
Además de llegar a los locales especializados,la ginebra se ha colocado en las clases de cocina.¿Porqué?,pues porque no hay nada mejor despues de una buena comida,que un buen gin-tonic,y forma parte actualmente de la gastronomía,sobremesa con un buen gin-tonic.
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