Mi Gin Tonic preferido
Me encanta el Gin Tonic Sin abusar, siempre que me pueda aportar algo, nunca por necesidad. Sobreviviría sin él perfectamente, pero agradezco su compañía en determinados momentos. En exceso es un desastre, como todo en esta vida. Lástima no pudiese hacer lo mismo con el tabaco.
Me encanta el Gin Tonic bien preparado. Por eso, cada día más, odio pedirlo en cualquier sitio. No lo disfruto, dudo de lo que me han servido y aborrezco el despertar del día siguiente... y el siguiente y el siguiente... es triste, pero cada año que pasa, tengo otro siguiente en esta ecuación.
Me encanta el Gin Tonic en compañía. No me gusta beber sólo. No le veo beneficios. No obligo a beber a nadie tampoco, sólo pido compañía para compartir el momento. Sabe mejor y se disfruta mucho más. No me sirve de compañía algo con ruedas. No me gusta la ruleta rusa.
Me encanta el Gin Tonic en copa balón. El vaso de sidra también me gusta. Odio el vaso de tubo. Deberían desterrarlo. Una buena ginebra entrando en un vaso de tubo es como comer buey de Kobe en plato de plástico. Seguro que tiene mil servicios, pero para el Gin Tonic NO vale.
Me encanta el Gin Tonic con mucho hielo. Sí, pero un buen hielo para enfriar, no hielo para deshacerse en la copa. Es diferente, aunque pueda parecer lo mismo. No me gusta el hielo con sabor a comida. Si guardas hielo, sepáramelo del pescado o la carne. Javier de las Muelas sabe innovar, mezclar sabores y sensaciones, tu congelador no distingue un calamar de un cubito, y si puede unirlos... ten por seguro que lo hará. También me gustan los hielos preparados con infusiones o especias, pero no suelo tener tanto tiempo, los agradezco pero no los preparo.
Me encanta el Gin Tonic bien condimentado. Bien condimentado no quiere decir con cualquier cosa. Algo que realce la ginebra, que forme parte de su composición o le aporte algo. Que aporte aroma, nunca sabor. Como se ha puesto de moda, ahora te sirven una herboristería en la copa y se quedan tan anchos. ¿Se lleva el pepino?, venga, pepino con Citadelle. No. Esto no funciona así. Cada oveja con su pareja. Simplifica y vencerás. Si no tienes botánicos de la ginebra, el limón es tu fondo de armario. Nunca falla. Recuerda, sólo la piel. Deja el jugo para una limonada, queda muy chic, sí, pero no es para el Gin Tonic. Si puedo elegir, me quedo con la piel de la lima y un par de bolitas presionadas de enebro.
Me encanta el Gin Tonic con una buena ginebra. ¿Cuál?, la que más te guste. Vale, hay que mojarse. Según la hora del día ésta o ésta. Buena excusa. Hay que decidirse. No todo el mundo puede, ni necesita, tener varias botellas diferentes. Si al final, somos animales de costumbres. Te pueden gustar muchas cosas, pero siempre prefieres algo sobre lo demás. Ok, no le demos más vueltas, mojémonos. Me encanta la Martin Miller's. No he encontrado otra igual. Me vale la normal y la Westbourne. ¿Cara?, puede, pero no tanto como otras y justifica su precio. Lo barato a veces sale caro.
Me encanta el Gin Tonic suave. Esto es como el Cola Cao, no por echar más sabe mejor. Al contrario, pierde sus virtudes y no sabes ni lo que bebes. ¡Qué fino queda tener que vaciar parte del alcohol que te sirven en la copa!. Lo sé, es vulgar, pero también lo es que a determinada gente le permitan servir copas. Aquí hay mucho de cuando no sé qué hacer monto un bar. Y claro, pasa lo que pasa. Vale, entonces, ¿qué medida sirvo?. Te podría decir cinco centilitros, pero seguro que no tendrías un vaso de medida para servirlo. No te preocupes, yo tampoco. Empieza a servir desde una cierta altura y cuenta de 1001 a 1003. Listo. No hace falta más. Sabor y posibilidad de repetir. Suficiente.
Me encanta el Gin Tonic con una buena tónica. Me vale casi cualquiera, pero de botellín, por favor. Tengo mi preferida claro está. La Fever Tree normal. Pero no odio la Schweppes por ello. No entiendo estos fanatismos. Tengo amigos expertos en el Gin Tonic que no cambiarían nunca la Schweppes. Tienen más criterio y paladar que yo para hablar de destilados. Yo respeto su opinión y ellos la mía. Todos contentos. Como debe ser. A mi no me va a saber mejor porque ellos beban Fever Tree. Lo que no me gusta es agitarla, no me aporta nada, salvo que te haga daño el carbónico. Muy espectacular sí. Muy aguado, también. La sirvo con cariño, con delicadeza, con amor, que entre suavemente en la copa, que no pierda gas por el impacto, que resbale dulcemente... me he emocionado. Hay que servirla con cuidado y ya está. Sin florituras aéreas.
Me encanta el Gin Tonic reposado. Nunca revuelto. Qué bonitas las cucharillas de cóctel de los bares, un par de vueltas y qué bien queda. Sin fuerza. Repetimos, qué bonito al darle vueltas... mira cómo suben las burbujitas... perfecto, ya hemos estropeado la tónica. Déjalo reposar unos segundos tras servirlo, es lo suyo. Lo admiramos unos segundos y luego acabamos con él. Es una versión abreviada de la historia de la humanidad.
Me encanta el Gin Tonic como lo acabo de describir. Si a tí te gusta de otra manera me parece perfecto. Disfrútalo como yo lo disfruto. Compártelo conmigo e igual cambio de opinión. No tengo la verdad absoluta, ni la busco, para gustos se crearon los colores. Si mañana encuentro una receta mejor voy a cambiar. No la rastreo, pero tampoco huyo de ella. Si quieres ver paso a paso como lo preparo, puedes seguir este Enlace.
Me encanta el Gin Tonic. Punto final.
Magnífico comentario de un gran profesional.
Gin Blog,siempre nos ofrece lo mejor de lo mejor.
La tónica es tan importante como la ginebra,como curiosidad probar la tónica Nordic Mist Blue en un buen git-tonic de London nº 1 con sus dos twist de limón y sus bolitas de enebro,como nos explica aquí nuestro amigo anteriormente,os encantará.