Cierto es que en esta famosa denominación de origen aragonesa, productores como la ejemplar cooperativa Bodega Pirineos siguen desarrollando una loable labor en pro de las variedades autóctonas Moristel y Parraleta, pero nadie discute que ha sido la apuesta por Cabernet Sauvignon y Merlot el factor determinante para su reconocimiento internacional.
En un clima continental, el factor clave que permite apostar con éxito por ambas variedades es la privilegiada situación al pie de las sierras de Guara y Salinas.En efecto, a diferencia de las zonas occidental y meridional de Aragón, demasiado extremas para la viticultura, en el caso de Somontano ambas sierras se erigen en perfecta barrera física que protege de los fríos vientos procedentes del norte. Además, sus suaves laderas garantizan una perfecta exposición sur, y, por tanto, una máxima insolación, elemento clave cuando se trata de buscar la maduración de Cabernet Sauvignon y Merlot en este territorio.
Dos aspectos característicos de estos vinos son su elegante combinación de frescor y frutuosidad, y su considerable capacidad de envejecimiento. Estas cualidades se explican por la altitud, de entre 400 y 700 metros, que permite preservar la ácidez y aromas gracias al contraste térmico entre el día y la noche; y por el bajo contenido en potasio de sus suelos, lo que facilita obtener vinos de bajo pH y de superior estabilidad microbiológica.
ENATE RESERVA, SOMONTANO
A diferencia del Reserva Especial, vino que combina Cabernet Sauvignon y Merlot, el Enate Reserva, denominación de origen Somontano, es un monovarietal de Cabernet Sauvignon.
Sólo fruto de la minuciosa viticultura de la que hace gala Enate se puede elaborar año tras año un Cabernet Sauvignon de este nivel.
Y ello sin disponer del colchón de Merlot. ¡Admirable!.
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