Con los locales públicos vetados para el fumador,emergen nuevas y formas para consumir tabaco, sin la ilegal combustión.
Dicen que el fumador,cuando se lo ponen díficil, se comporta como el agua, siempre encuentra una salida.
Delante de la Ley Antitabaco,que prohibe fumar en cualquier establecimiento público y elimina por siempre los espacios habilitados para los fumadores, al consumidor de nicotina convencional nada más le queda la calle, su casa, o el ingenio como alternativas a su insalubre hábito.
Parece que la nueva realidad sin humo, ha encontrado en un invento chino su mejor aliado, el cigarrillo electrónico o e-cigarette.
Es la alternativa digital al hábito de fumar,este gadget, de dimensiones y forma similares a los de un cigarrillo convencional, permiten simular la experiencia de fumar sin humo ni combustión.
Funciona a través de un atomizador electrónico que calienta una carga de nicotina que el usuario exhala en forma de vapor de agua.
Su uso permitido de momento en cualquier espacio público, requiere de cierto entrenamiento para conseguir la sensación del tradicional cigarrillo.
Existen muchos modelos en el mercado pero el que se impone por su calidad es el DSE-901, más pequeño y con batería de larga duración.
Aunque no está considerando un método para dejar de fumar, su uso reencuentra al fumador con el hábito de tener un cigarrillo entre los dedos.
De hecho cada vez son más los que se apuntan al “vapeador”, como se le conoce popularmente.
Entre sus ventajas destacan la no inhalación de las más de las 4000 sustancias cancerígenas de la combustión del tabaco, aunque todavía no hay estudios que demuestren su total salubridad.
Yo personalmente como ex-fumador y profesional de la hostelería, lo considero positivo, dentro del hábito del fumador, ya que podrá pasar psicológicamente el trance que supone, estar en un bar por ejemplo, y tener que estar incómodo mientras te tomas una copa, por el hecho de que no puedes fumar, y evitas el tener que salir a la calle y dejar a tus amistades dentro en el caso que éstos no fumen.
La receta más clásica consiste en poner en un vaso varios cubitos de hielo, añadir 42 ml (1 1/2 onza) de ron añejo y terminar de completar el vaso con coca-cola, añadir unas rodajas de limón y hay quien le gusta con el zumo de 1/2 limón, todo esto se remueve una vez servido con una cuchara larga,y a disfrutarlo.
Al terminar la Guerra de Cuba, entre Estados Unidos y España,en la cual Cuba paso del dominio español a ser Colonia Norteamericana,los soldados norteamericanos llevaron a la isla Coca-Cola, y la mezclaron con ron, como la isla había sido recientemente “liberada”, la llamaron CubaLibre.
