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miércoles, 21 de septiembre de 2011

Enfriador de copas Articube

Este artículo lo he encontrado gracias a Gin-blog, y os lo paso con su ejecución original,muy interesante la visión perfumada.

 

SOCIEDAD

Gin tonics carbónicos

Una empresa española patenta y saca al mercado un enfriador de copas que ya ha recalado en algunos pubs

articube

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«Ha salvado más vidas que todos los doctores del país», dijo de él Winston Churchill nada más terminar la II Guerra Mundial. Aunque nunca dejó de ser un clásico, el gin tonic -esa bebida que comenzó como remedio contra la malaria y acabó en el trono de los tragos largos- vive en la actualidad un boom sin precedentes. Ahora bien, no por 'in' tiene ganado el cielo. Porque incluso la copa de moda -trago fetiche de grandes chefs como Ferrán Adrià o Josep Roca- puede ser un exquisito placer o una simple vulgaridad servida con nocturnidad y alevosía.

Hasta ahora. Y es que una empresa vasca ha dado con la clave para que el trago no termine, precisamente, en un mal trago, caliente y aguado. Y el secreto, atención, está en el gas carbónico alimentario. Sí, sí, en el CO2. Ni más, ni menos. No es la fórmula de la Coca Cola, pero el invento tiene su miga. No en vano, han hecho falta más de tres años de investigación para que la firma Frindher -capitaneada por el vitoriano Jesús Díaz de Heredia- consiguiera patentar a nivel mundial el que ya es el último grito de refrigeración instantánea.

El robótico artilugio se llama Articube, funciona a través de una campana controlada por un programa informático y en apenas cuatro segundos es capaz de congelar todo tipo de copas y vasos hasta una temperatura de 50 grados bajo cero.

Y garantizar, de este modo, la virtud más apreciada por los máximos valedores del olfato y el gusto; del aroma y el sabor: «el verdadero valor de congelar las copas es que de este modo se consigue mantener el sabor de los cócteles desde el primer hasta el último sorbo sin que se desvirtúe con el agua de los hielos», destaca Gil, el 'barman' del pub Art de Bilbao, el último en instalar este invento llamado a revolucionar el sibarita mundo de la coctelería.

«Imprescindible» para todo pub que quiera sacar pecho en el cada vez más codiciado -y cotizado- arte del vermú 'torero', el 'Articube' saltó el año pasado a la barra del exclusivo O'Clock, en Madrid. Desde entonces, cerca de una decena de pubs del país lo han ido incorporando a sus mostradores.

Con tan sólo apretar un botón, una especie de campana con forma de flexo desciende hasta rodear la copa. En ese instante, el dispositivo que expulsa el gas se pone en marcha, al tiempo que se activan unos diodos luminosos. Una, dos y hasta tres impulsiones de frío con humo y luces de neón. El espectáculo está servido.

Copa perfumada

Y hasta el mismísimo Armani le ha echado el guante, de la mano, esta vez, del reconocido y prestigioso creador gastronómico y experto coctelero Javier Fernández, de Los Baltazares, ahora también creador de un sofisticado cóctel que sabe, y huele, como la última fragancia que el emporio italiano ha lanzado al mercado: Aqua di Gioia, la versión femenina de ese otro perfume que destilan los hombres de medio planeta.

El resultado es un jugo chispeante y delicioso, una exclusiva revisión del clásico y ahora también fashionista gin tonic, combinado con flor de jazmín, menta, limón, azúcar morena, cedro Labdanum y bayas de enebro. Y, por supuesto, carbónico.

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